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miércoles, 8 de agosto de 2012

Capítulo 2:


- Hola Dana. – sonrió, mientras entraba.
- ¿Qué tal? – cerré la puerta y lo seguí, como siempre casi dando saltitos, debido a que sus pasos eran demasiado largos en comparación con los míos.
- He visto a doña Clara, me ha dicho que os habéis dejado otra vez el buzón sin cerrar. – imitó la voz de mi vecina a la perfección mientras lo decía.
En otra ocasión habría soltado una risotada, sin embargo, bufé, molesta. Doña Clara era una mujer mayor, que vivía en el mismo bloque que Casandra y Jonás desde… ni siquiera lo recordaba. Se había jubilado hacía años, aunque ahora para pellizcar algo de dinero se dedicaba a ser “estilista profesional”, cosa que en realidad no encajaba en absoluto con ella, dado que su anterior profesión había sido la de dentista y sus extravagantes vestidos de colores chillones, desde verde loro a amarillo pollito (recordaba que una vez incluso se había puesto un sari naranja, adornado con lentejuelas doradas, que parecían bailar sobre la tela, por doquier), me hacían desconfiar lo suficiente de su profesionalidad, como para no pedirle jamás consejo sobre cómo debía vestirme.
La aborrecía bastante y a ella yo tampoco le caía demasiado bien. Decía que mi ojo de la moda estaba atrofiado y que debía pasarme algún día por su casa para que me ayudara a ponerme en la onda.
Doña Clara, o señorita Clara, como prefería ella que la llamaran, dado que nunca se casó (me imaginaba perfectamente el motivo) era una mujer rubia, de marcadas arrugas en su frente y profundos ojos celestes, que asemejaban los de un pajarillo debido a lo pequeños y brillantes que resultaban, y que, de no ser tan saltones, resultarían bonitos o podrían haberla hecho más agraciada.
- Seguro que no es más que una excusa para que Jonás vaya a hacerle algún recado. Creo que está enamorada de él, siempre se lo come con la mirada. Incluso babea. – fingí que me recorría un escalofrío. 
Simon rió alegremente.
- Eso sería muy propio de ella. ¿Te sigue cayendo mal?
- No me cae mal – protesté, a pesar de que tampoco me caía especialmente bien – pero no me parece bien que estafe a la gente. Les roba el dinero por la cara y además viste como si hubiera la hubiera sacado de algún extraño circo de seres gruñones y coquetos. 
- Ah, estáis hablando de doña Clara. – intervino Harry, sonriente.
- Hola Harry, cuánto tiempo. – saludó Simon, mientras levantaba la mano para chocar los cinco con él.
- Hola, Simon el friki. -  Harry le guiñó un ojo y lo dejó colgado con el saludo, mientras agarraba su mochila y se la colgaba sobre los hombros.
- Harry – protestó Casandra, mientras se quitaba un mechón castaño de los ojos – no se le habla así a la gente.
- ¿Por qué? Si él sabe perfectamente que es un friki. No me mal interpretes Simon, me caes bien.
 Casandra fulminó a Harry con la mirada.
- No importa, Casandra, no me molesta en absoluto, es más, tiene razón. –Simon se encogió de hombros con toda naturalidad.
- Eres demasiado bueno, Simon. – murmuró Casandra, mientras lo miraba con afecto.
Simon había sido  mi mejor amigo, casi desde el momento en que nos conocimos.

Recordaba que el primer día de clase, estaba tan nerviosa, que no lo había visto, hasta queme dí de bruces contra él, tirándole todos los libros encima suya.
Sonreí, al recordar su expresión de desconcierto en aquel instante. Parecía llevar grabado en la frente: << ¿Qué te he hecho para merecer esto? >>
- Dana, termina de arreglarte y así podrás irte con Simon. – farfulló Casandra mientras se daba la vuelta para ayudar a Harry con sus cosas.
- Pero si ya estoy lista. – me quejé, impotente. Cuando Casandra daba una orden era imposible rebatírsela.
- ¿Te has cepillado los dientes? – dijo Harry, burlón, mientras enarcaba una ceja.
Sentí una pequeña punzada de celos. Yo jamás había aprendido a hacer eso. Y, por lo que parecía, todo el mundo parecía poder hacerlo con naturalidad.
- Está bien, ya voy.
Arrastré mis pies, por la fría losa, con desgana.
Mientras pasaba con fuerza en cepillo entre mis dientes, casi con ferocidad, intentando eliminar cualquier resto del desayuno, observé el reflejo que me miraba fijamente, desde el espejo ovalado del baño.
Tenía el pelo castaño oscuro, muy oscuro, tanto que parecía negro… y  lacio, desde pequeña.
Recordaba que mi madre solía acariciármelo mientras charlábamos, antes de irme a dormir, haciéndome trenzas, para que a la mañana siguiente pudiera llevar el pelo ondulado al colegio.
Sentí una punzada de dolorosa añoranza, justo debajo del corazón.
Procuraba no pensar demasiado en mi madre, ni en mi padre, porque si lo hacía, no podría contener las lágrimas. Y yo no era una niña tonta que se pasaba el día llorando, regodeándose en sus desdichas. No, había que tirar siempre hacia delante. Era mi manera de subsistir.
Mis ojos eran azules, muy semejantes a los de Harry, de un color oscuro y casi eléctrico.
Siempre había tenido los ojos relativamente pequeños, aunque luminosos, por el contrario mi hermano los tenía grandes y muy azules en comparación. En el rostro, me parecía demasiado a mi padre. Los pómulos angulosos y la nariz rectilínea y poco pronunciada. Pero, las cejas y la boca eran exactas a las de mi madre. Incluso me parecía mucho a ella en la manera de mirar. Siempre con esa fuerza distante y el brillo de inteligencia en el rabillo de los ojos.
- Date prisa Dana. – gritó Harry, desde detrás de la puerta, mientras la aporreaba, con ambas manos.
- Espérate, ahora estoy yo. – me quejé, aunque ya estaba secándome la boca y veloz como un rayo de luna, aproximándome al pomo para abrir.
- ¡Necesito mear! – exclamó Harry.
Abrí la puerta justo en el momento que la mano de Casandra voló a la nuca de Harry.
- Se dice ir al baño, no mear. – dramatizó la palabra haciendo que pareciera una palabrota.
- Está bien, – puso los ojos en blanco – necesito “ir al baño para ir al baño”. ¿Mejor? – no esperó a que Casandra le contestara que, ya había cerrado la puerta y entrado al baño.
- No sé cómo se las apaña para encontrarle la pega a todo o el lado cómico. – las palabras sonaban a reproche, pero el tono con el que las dijo demostraba el cariño que le tenía a aquel pequeño pillo que era mi hermano.
- Me tengo que ir ya. – comenté, mientras verificaba que todavía no era demasiado tarde – Pero puedo llevarme a Harry si se da prisa.
 - Yo llevaré a Harry. – me aseguró – Anda, ve.
Le dí un beso en la mejilla y agarré a Simon, tirando de él para irnos.
Ya estábamos atravesando la tercera calle, de camino a la parada del autobús, cuando él habló.
- ¿Vas a ir al recital de mañana?
Me sentí desconcertada por un momento, hasta que recordé que le había prometido a Simon, que iría a escuchar a su grupo, al día siguiente.
- Claro, te lo he prometido, ¿no? – dije sonriéndole.
Su habitual sonrisa se ensanchó.
- ¿Ya habéis decidido que nombre os vais a poner?
La banda de Simon llevaba meses intentando encontrar un nombre que encajara con su “rock-celta-moderno” como lo llamaban ellos. Lo cierto era que de celta tenía más bien poco, pero como Johnny era irlandés, lo habían llamado así.
Simon resopló con fastidio.
- No del todo – contestó – Johnny quiere ponerle Los Leprechauns Marchosos y Albert quiere que nos llamemos  los Oyentes de la Noche.
- No es por ser borde o derrotista, pero con esos nombres no conseguiréis llenar ni una butaca en el concierto de mañana.  Sobretodo con lo de “marchosos”. – me regodeé un poco en aquellos nombres tan condenadamente malos.
- Puff, y eso que no conoces los que propusieron Lucas y Tobías. – los ojos de él se agrandaron con horror.
- ¿Eran peores?
- Lucas quería ponernos, Epidural contra el mal de amores y Tobías, ya sabes que le encantan los animales, quería que nos llamásemos los Labradores del Sur... o algo así.
Epidural… ¿a quién demonios se le ocurriría un nombre así para una banda?
- ¿Por qué no le ponéis algo más… sencillo o significativo? – todavía no entendía aquello.
- ¿Quieres oír el peor? Lo propuso Johnny cuando le dijimos que eso de los leprechauns era una porquería. – sus ojos brillaron con sorna.
- Adelante, no creo que me sorprenda. – le reté.
- Viagra ochentera. Porque decía que levantamos la moral, al igual que la viagra otras cosas, y que nuestro estilo se parece un poco al rock de la época de los ochenta, mezclado con el “punk” actual. – sus ojos se agrandaron con horror.
Intenté por un momento asimilar aquello. Rompí a reír ruidosamente, mientras seguíamos avanzando.
- Yo no propuse ninguno. – la voz de Simon demostró que había algo más oculto tras aquellas cuatro palabras.
- ¿No se te ocurría nada? – pregunté, aún sabiendo que no era aquello lo que quería decir.
- Sí, pero no creo que les guste. – se encogió de hombros y clavó su mirada en el suelo
- ¿Por qué? – seguí insistiendo.
- Porque es una banda de Rock. – lo dijo como si fuera lo más obvio del mundo.
- Dímelo, por favor.
Me miró, sorprendido.
- No, es ridículo. – se sonrojó.
- Por favor. – lo miré fijamente e hice una burda imitación de lo que sería un puchero, intentando parecer lo más inocente posible.
Se echó a reír ante mi expresión.
- Está bien, te lo diré. – Se puso serio de golpe- Se me ocurrió… bueno, me gustaba el nombre de los Ladrones del silencio. 



4 comentarios:

  1. Simón el friki.......jajajajajaajaj pobrecito, seguro que no es para tanto. Harry es tan monino, ojala mi hermano fuera un poquito más como él y menos capullo. Te repito que adoro como escribes, la descripciones, la forma de responder de los personajes. No sé, tiene nivel.
    Los ladrones del silencio.....mucho mejor que Los leprechuns (o como sea) marchosos jajajajaja, pero sin duda mi favorito es viagra ochentera ¡sí señor!¡Un nombre así se merece una pancarta! (que va, es coña, prefiero el de simon)XD
    Hace falta que te diga necesito más? MÁÁÁÁÁÁÁÁÁAÁS!!!

    XXX
    Yary

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  2. hahahaha Harry me da tanta risa :P XD y Cassandra es la típica mamá que se preocupa por todo lo que dice Harry! XD me cae tan bien :3 y después Dan :3 ¿Cómo cuantos años tienen todos ellos? D: Simón hace una banda con otros chicos y wa! XD hahaha los títulos de lo más feos, a mi me gusto el de Simón :P "Los ladrones del Silencio" :P OH YEAH, puedo escuchar el ROCK desde acá :P haha
    Perdón por si me pase demasiado tarde:P pero bueno, ya estoy aquí!
    Me gusto el capítulo y también me gusta mucho tu forma de escribir :D sigue así ^^

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  3. Jajaja casi me da algo cuando escuché el de viagra ochentera xD
    El de ladrones del silencio es muuy monoso ;3
    Creo que me he enamorado de Simon "el friki" jajaja se parece a mí (en lo de que es friki y le gusta el rock) <33
    Me gusta mucho como escribes, se te da muuy bien :)
    En el otro capítulo me dejaste muy intrigada con lo del sueño ^^
    Espero que subas pronto :3
    Besitos
    http://ocurrioenlanoche.blogspot.com.es/

    PD: Soy Una Nueva Vida en tuenti :))

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  4. Me gusta el nombre del grupo propuesto por Simon, Henry es muy gracioso y Cassandra se comporta como una madraza ¿tendrá algo que esconder?

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