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lunes, 10 de septiembre de 2012

Capítulo 5:


Sentí como el aire se escapaba de mis pulmones con excesiva brusquedad.
¿Qué? ¿Un beso? Noté como la sangre empezaba a hervirme. ¿Pero de qué iba?
Miré expectante a Jack, intentando ver algo de falso en su sonrisa, descubrir que su mirada me engañaba, pero seguía exactamente igual.
La furia fue sustituida entonces por un intenso rubor que me recorrió las mejillas. No sabía lo que pretendía exactamente, pero un beso para mí significaba muchas cosas. Más que nada porque, por raro que pareciera, a mi edad nunca había besado a nadie.
Había recibido besos cariñosos de Harry o un beso en la mejilla de algún compañero cuando era más pequeña. Pero lo que se refería a mi experiencia con chicos era prácticamente nula.
Bueno, si me ponía a pensar, sí que había recibido un beso una vez, pero tenía doce años y el chico apenas me había rozado los labios con los suyos. Lo recordaba por la impresión de aquel momento, pero no podía poner aquello de ejemplo en aquella situación.
Simon, agarró mi brazo con brusquedad y me empujó más contra él. Demasiado fuerte, quizá. Dado que me hizo doler allí donde se encontraban sus dedos sujetándome.
Iba a reprochárselo, cuando vi que sus ojos parecían desorbitados por la sorpresa y como la ira latía, bombeando como un segundo corazón, detrás de los cristales de sus gafas.
- No. Ella no lo hará. – dijo firmemente. 
Jack lo miró, burlón nuevamente, aunque con una ligera capa de molestia.
- Entonces no hay mochila. – y con un ligero movimiento se la lanzó al muchacho de los ojos azules. Mientras la burla se iba de sus ojos, sustituida por un descarado desafío.
- ¿Pero cómo te atreves…? – Simon parecía fuera de sus cabales, tenía la frente surcada de arrugas, por la tensión, la vena de su cuello parecía a punto de estallar y en sus ojos brillaba un determinante ataque de cólera.
Jack sonrió, disfrutando como un niño pequeño de la reacción de Simon.
De pronto, sentí como si en mi cerebro hubieran encajado dos piezas de un mismo puzzle.
- Está bien, Simon. – dije, con voz firme. Tomando una decisión.
Aquello fue peor que si le hubiera dado un puñetazo, ya que me miró dolido y apartó su mano de mí, como si mi contacto le quemara.
Intenté consolarlo, demostrarle... No sabía qué quería exactamente demostrarle. Pero quería desesperadamente que confiara en mí.
Pero él apartó su vista de mí, con lágrimas de rabia en los ojos, que intentó ocultar.
Miré a Jack, con fría determinación.
- Acepto el intercambio.
Rodrigo y Héctor comenzaron a reír y a emitir sonidos burlones desde detrás de Jack.
Éste sonrió, dejando al descubierto toda su dentadura, con regocijo.
Sin embargo, el muchacho de los ojos claros se había quedado de piedra, con una extraña expresión en su rostro. Como si no acabara de creerse lo que pasaba.
Antes de dar un paso hacia adelante, le agarré con fuerza la mano a Simon y le susurré:
- No te preocupes. Recuperaré tu mochila.
Pero él parecía no reaccionar.
Llegué en cuatro zancadas hasta donde aguardaba Jack.
El corazón pegó un brinco dentro de mí al tenerle tan cerca de mí. Sus facciones no eran tan “perfectas” de cerca como parecían. Sin embargo, seguía teniendo que admitir que era guapo.
- Primero, la mochila. – dije, mirando directamente sus ojos, mientras contenía como podía aquel tambor en que se había convertido mi corazón.
Un brillo pícaro chisporroteó en el verde de sus ojos.
- No. – respondió tajante.
- No voy a irme, si es eso lo que temes, - sonreí de lado, intentando burlarme por una vez de él - hoy no me he traído deportivos para correr.
Rodrigo empezó a reír convulsivamente y el chico de los ojos azules (no recordaba su nombre, ¿era Izan?) le taladraba con la mirada.
Pero Jack seguía mirándome a mí, sin inquietarse. Aquello me molestó un tanto.
- ¿Temer? – dijo, divertido – No, simplemente que no me fío del todo de ti.
Bufé, molesta. Pero luego reordené mis pensamientos.
- Está bien, pero pondré una regla. – objeté.
- ¿Ah sí? – su mirada se volvió pícara, aunque dejó relucir algo de inquietud.
- Sí – miré a Simon, éste también parecía perplejo – Sea como sea el beso, me darás la mochila.
Aquella vez Jack rió. Su risa sonaba como el repiquetear de campanas. 
- ¿Te refieres a si no besas bien? – preguntó.
No contesté.
- Está bien – sonrió nuevamente y tuve ganas de pegarle una bofetada, al ver su altanería – acepto.
Casi no me dí cuenta, un momento antes estaba en frente de él y al otro estaba estrechada entre sus brazos. Sentí que me faltaba el aire de forma inoportuna. Tragué saliva.
Acercó sus labios a mi oído.
- Te prometo que yo besaré bien. – susurró y besó mi cuello delicadamente.El corazón se me paró durante aquel instante.
Me quedé tiesa como el palo de una escoba, con los músculos agarrotados, incapaz de moverme. Sentí como la piel me ardía allí donde él la había tocado.
Agarré su rostro, tomé aire, y cerré los ojos, mientras mis labios se juntaban con los suyos.
Al principio lo cogí de improvisto, pero poco a poco, empezó a besarme de forma distinta. Podría decirse que con pasión, aunque no era del todo pasión, sino algo más parecido a cuando alguien degustaba un plato exótico  y este resultaba ser apetitoso.
¿Me acababa de comparar con un plato de comida?
Sentí sus manos agarrarme con más fuerza, mientras notaba que yo me resistía.
Intenté prestar atención a lo que estaba haciendo y todo dio un brusco giro.
Sus labios resultaron suaves, con un regusto casi dulce.
Por un momento perdí la noción de por qué estaba haciendo aquello, dejándome llevar por el movimiento de su boca contra la mía. Todo se volvió rojo por momentos, y me dejé arrastrar por aquella ola de deseo.
Pronto recobré la cordura. Me ruboricé febrilmente, al darme cuenta de lo que estaba haciendo. Para peor, había olvidado que había gente mirando. Y entre ellos Simon. 
Abrí los ojos con violencia, recordando mi intención. Arrimé mis dientes a su labio inferior, despacio, degustando el momento de la dulce venganza, y le mordí.
No un mordisquito provocador. Le mordí con fuerza.
Me aparté bruscamente y me limpié la boca con la manga de mi chaqueta negra.
Jack soltó una palabrota por lo bajo y pude ver como un hilillo de sangre corría entre sus dientes.
Sonreí, triunfal y me arrimé a Simon.
En mi interior se mezclaron dos sentimientos encontrados. Una parte de mí se arrepentía de lo hecho, incluso deseaba haber prolongado aquella situación, haber saboreado quizá un poco más aquella extraña y agradable experiencia. Desde luego no tenía nada que ver con aquel primer beso, en el que apenas había sentido cosquillas en los labios y mariposas en el estómago. Si tenía que hacer una comparación aquella vez había sentido pterodáctilos en el estómago.
Pero la otra parte, mi parte racional, se encontraba orgullosa de lo que había hecho y profesaba oleadas de resentimiento hacia Jack. Me había besado a la fuerza.
Pensar en aquello hizo que me decantara definitivamente hacia aquella parte de mí misma.
Poco a poco Jack dirigió su mirada hacia mí, con una mezcla entre estupefacción, dolor y diversión. Como un cóctel de sensaciones.
Me quedé con la boca abierta, ¿no había nada que le molestara? ¡Le había mordido! ¿Por qué no se enfadaba como haría cualquier persona normal?
- Ahora entiendo a que te referías con lo de “sea como sea el beso”.  – soltó una risilla, mientras se secaba la sangre del labio con la palma de su mano.
- ¿No pensarías que yo besaba mal? – dije, intentando parecer prepotente, cosa que como comprobé, se me daba de pena. 
Jack sonrió nuevamente y aprecié mejor la sangre en su labio, que volvió a surgir al tensar la piel de la boca.
- Dadle la mochila. – ordenó.
Rodrigo lo miró con los ojos muy abiertos.
- ¿Después de morderte se la vas a dar? – dijo, sin entender nada.
- Soy yo el que caí en su trampa y un trato es un trato. Izan, dásela.
El chico de los ojos azules lo miró con furia y se la lanzó a Simon.
Simon la atrapó con dificultad y sonrió.
- Gracias. – dijo, con sarcasmo.
Jack clavó sus ojos como esmeraldas en Simon y pareció fulminarlo.
- En realidad deberías dárselas a ella, es la que cumplió con el intercambio. – me señaló.
Un siniestro placer afloró en mi pecho. ¡Al fin se enfadaba!
- Lo haré. – contestó Simon, con la misma mirada desafiante.
Jack volvió a sonreír con tanta picardía, que pareció tener muchos años menos, y se apartó un mechón rubio de la cara.
Clavó nuevamente sus ojos en mí y ensanchó su sonrisa.
- Cuando quieras repetimos. – comentó, guiñándome un ojo.
Sentí como la vergüenza mezclaba con la furia salían a flote dentro de mí. La cara se me calentó, poniéndose de color rojo brillante.
Iba a responder, intentando encontrar las palabras adecuadas, para hacerle comerse las suyas, cuando vi que sin más, se iban para entrar en el instituto.
Me mordí la lengua, enojada.
Entonces Jack se giró y me dirigió una última mirada. 
No había burla en ella, ni enfado, simplemente me miró, y pude sentir como la furia se calmaba dentro de mí, hasta apagarse, como si le hubiera echado un cubo de agua fría.
- Gracias. –dijo, de pronto, Simon. Sacándome de aquella trampa que eran los ojos de Jack.
Por el rabillo del ojo vi cómo finalmente éste entraba.
Redirigí mis pensamientos hacia el chico que tenía delante. Simon.
Le miré, como si lo viera después de mucho tiempo. Como si hasta entonces hubiera estado contemplando una foto de él y por fin pudiera verlo en persona.
- No ha sido nada. ¡Además, besaba de pena! – intenté hacer un chiste. Simon soltó una risotada.
Intenté sonreír, aunque noté que la sonrisa se endurecía en las comisuras, demasiado tirante para resultar natural. 
Lo cierto era que no besaba mal. Al contrario. Puede que yo no tuviera experiencia alguna, pero aún podía sentir  su cálido aliento en mis labios, si cerraba los ojos.
Estreché su mano, intentando despejarme, y juntos entramos en el instituto.

5 comentarios:

  1. SIMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOON
    SIMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOON
    OHDIOSMÍO MI QUERIDO Simmy (le llamaré así, ¿¿VALE?? D:) por qué has tenido que presenciar ese horrible acto de intercambio de saliva adolescente?
    ¿¿¿¿¿¿POR QUÉ???????

    ¡¡¡DANA!!! Me gusta muchísimo más tu parte racional a tu otra parte ò_ó ¡¡Claro que hiciste bien en morderlo!! ¡¡Es un maldito matón que hace bullyng!! D:

    En serio, me repatea esa gente...pobre Simon T_T
    Aunque cuando se enfadó y miró con furia al Jack-matón fue muy sexy *¬*
    AWWW Y CUANDO DIJO QUE NO LO HARÍA Y LA COGIÓ DEL BRAZO DKJBGSKJBWKBHSKFH <33

    Odié el beso D:
    ¡¿Se va de guay eh?!
    "Cuando quieras repetimos" DDDDDDDDDDDDDDDDDD:
    Claro, cuando quieras te clavo una motosierra en la espalda mientras duermes en tu mansión playboy de Chicago, ¿okey cielo? 8D

    GRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR¬¬
    Simon, algún día encontrarás a tu novia friki ideal y ese día yo estaré ahí para leerlo*-*
    (¡Me ofrezco voluntariaaaaaaaaa~!)

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    Respuestas
    1. O.O Po-poker Face...
      *________________* Guau! Tú si que eres una fan incondicional de Simon xD :3
      Simmy? Me gusta :D (Ya tiene dos apodos, Ricitos y Simmy >3 jajajaja >.<)
      Sí... pobrecito, teniendo que observar todo u.u pero es que era inevitable, no podía "irse a la otra habitación" ni nada por el estilo D: T.T

      JAJAJAJA Sí, es más coherente su parte racional xDD Pobre Jack, ya le tienes manía... si en el fondo tiene su corazoncito *-* >///<

      Odiaste el beso??? D: Jo U.U hahaha xD
      Mo-motosierra? Mansión playboy? Puajajajaja :DD Me ha encantado esa parte ^-^

      Algún día... quizás Ü
      Te tendré en cuenta ;D jajaja :33

      Un beso Gaby! (K) <3
      Adoro tus comentarios n.n

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  2. Me encanto tu entrada, escribes muy bien y hay cosas super chulas en tu blog.
    :D asi que te sigo y te dejo este comentario... ahi y te dejo mi blog para que tambien me sigas, para seguirme solo tienes que darle a la primera obsion de la pestaña de la derecha, deja un comentario y si quieres le das a me gusta:
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  3. *-----*
    KYAAA! Muchas gracias! ^.^
    Me halagas >///<
    No soy muy del te sigo me sigues, pero me pasaré por tu blog en cuanto pueda, tranquila ;) :D
    Un beso! (K) <3

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  4. Pobre ricitos!!!!!! vYo habría sentido unas ganas de asesinar a Jack...(debería pasarle en número de Yary, por si algún día se lo plantea...ya sabes)
    Hmmm, Jack va de machote man, hmmm, que capullo, hmmmm, no me cae muy bien, hmmmmm, pero es tan sexy, hmmmmm, ¡Me estoy liando! No se si lo amo-odio o odio-amo (no, no es lo mismo jajajaj)
    Primero; soy Yary xd
    Dana, con toda su dignidad, así me gusta! Yo también soy nula con los besos (bueno, tmapoco he tenido oportunidad de comprobar si beso mal o bien..mis labios siguen virgenes...)CHÚPATE ESA JACK, TE HA MORDIDO EL LABIO...auqneu el sabor a sangre es en ocasiones dulzón y rico.....finge que no has leído eso último.
    A ese rodrigo e izan,ARRRGGGF QUE ASCO DE CHAVALES-CON-MENTALIDAD-DE-CRIOS- ARRGGGG, si hubiera sido Dana les habría dado un mochilazo....
    Sien to haber tardado en comentar, pero esque entre instituto, subir capítulo, examenes (sí, ya tengo dos) se me ha hecho dificil. Pero yo siempre cumplo lo prometido (o casi siempre)
    Sayonara!

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